¿Por qué las chicas musulmanas portan cada vez más el velo?

Desde hace 20 años, portar el velo es una práctica que se esparce y que suscita crispaciones en algunas poblaciones como en la francesa. Decididas a luchar contra esta expansión, “Mujeres sin velo”, una asociación musulmana ha decidido hacer: un día sin velo. Lo que pretenden con esto es regresar a las motivaciones originales de aquellas jóvenes que deciden portar el velo.

Portar el velo cristaliza las tensiones en Francia. Pero esta costumbre se expande entre las musulmanas. Es difícil dar cifras sobre este fenómeno, pero se cree que se puede hablar de los últimos 20 años. Las generaciones anteriores lucharon por retirar el velo pero las jóvenes de hoy en día que son hijas de inmigrantes o convertidas al islam, demuestran un regreso a la religión y afirman su fe de manera pública. El portar el velo hace 20 años eran casos muy raros, ahora ha adquirido una dimensión política, ideológica y cultural.

El caso del velo en Francia se ha desarrollado de una manera muy diferente de lo que se puede observan en el mundo tradicional musulmán. Hoy en día se trata de una reivindicación de las jóvenes por demostrar lo que son de una manera más moderna. Se tiene un regreso hacia la fe a manera de un “revival”. Buscan recuperar sus raíces, tienen este sentimiento de retomar la religión de sus padres que parecen haberse sumido en la cultura del país que los recibió.

El porte del velo se ha comparado por la sociología a los movimientos como el punk de los años 90’s. La religión es una manera de distinguirse por cómo se hacen las cosas. Así que en el rigor de pensamiento de estas chicas, se imponen al precio de ser rechazadas y eso les parece gratificante.

En la obra de Faïza Zerouala llamada “Las voces detrás del velo” (Des voix derrière la voile), Sabrina de 31 años explica la elección que ella tuvo sobre el velo 3 años atrás. Le parece que no hay ningún tipo de ambigüedad a propósito del uso del velo en el Corán. Se trata de una obligación divina. Las mujeres deben preservar el pudor cubriéndose la cabeza y no mostrando mas que su rostro y sus manos. En cuanto a los hombres, también tienen obligaciones. Deben esconder el torso y vestir con ropa decente.

Esta retórica religiosa que las jóvenes con velo tienen, es objeto de debates incluso entre los pensadores musulmanes. Para el Imán de Burdeos (Bordeaux) Tareq Oubrou, existe un conflicto de percepción en el concepto del velo islámico. No hay un hábito islámico ni para los hombres ni para las mujeres. Algunos musulmanes exageran esta práctica y la juzgan esencial. El imán ve en el velo una especie de moda. Esta práctica le parece que se ha convertido en tendencia. Parece que el velo se ha convertido en un objeto cosmético y de estética. Se usa como manera de llamar la atención y seducir. Es decir que el velo se ha alejado de su uso primero que se traduce en pudor.

Una fosa intergeneracional

Feministas de Quebec, inquietas, han decidido hacer del día 10 de Julio “el día sin velo”; con el fin de enviar una señal y llevar a cabo una lucha a la vista del público. Este año las “Mujeres sin velo de Aubervilliers”, que consideran el velo como una marca de desigualdad sexista e impuesto por un patriarcado, también se han unido al movimiento. Nadia Ben Missi, miembro de la asociación, se recuerda que el velo no es una exigencia ni una obligación religiosa. Dice que ellas lo han escogido y que ellas son libres. Piensan que el velo es de hecho una interpretación radical del islam. No es la única forma en que se puede ser musulmana.

Nadia Ben Missi ha observado y ha visto el fenómeno extenderse. Ella enseña en un colegio y platica que sus alumnas portan el velo. Difícil de saber si esto viene por iniciativa propia. Las alumnas dicen que es sagrado. Una incomprensión profunda separa a las mujeres sin velo de las mujeres jóvenes que ahora utilizan el velo.

Según Raphaël Liogier las musulmanas que tienen el sentimiento de ser libres del velo, no comprenden el movimiento contrario que contiene algo de imposición.

Madame Figaro
Autora: Pamela Rougerie
9 Julio 2015
Traductora: Lorena Velasco Lee
(1) Le Mythe de l’islamisation. Essai sur une obsession collective, de Raphaël Liogier, Éd. du Seuil, 212 p.
(2) Des voix derrière le voile, de Faïza Zerouala, Éd. Premier Parallèle, 258 p.