21 Ene El estrés puede ser tu amigo… ¿sabes cómo?
Cuando la mayoría de las personas escucha la palabra estrés, inmediatamente vienen a su mente imágenes y sentimientos cargados de dificultad y dolor.
Pero la realidad es del todo diferente.
El estrés es el mecanismo corporal diseñado para mantenernos a salvo. Cada vez que nos encontramos en una situación donde percibimos incertidumbre, miedo o peligro, nuestros cuerpos se preparan para la acción.
En otras palabras, el estrés es la puesta en marcha del sistema de lucha o huida que se activa en nuestros cuerpos; el término médico es respuesta aguda a la tensión. Conocemos este mecanismo gracias al doctor en psicología Walter Cannon quien en 1920 describió sus características.
Cannon se dio cuenta de que cada vez que nos sentimos amenazados, en el cuerpo se sucede una rápida reacción de eventos en cadena que movilizan los recursos del organismo para responder.
Pero esta respuesta natural no es el estrés, aunque nosotros así lo hemos creído. El estrés aparece en cuanto relacionamos esta respuesta automática del cuerpo con recuerdos y sentimientos negativos, preocupantes y dolorosos.
Son estos sentimientos y recuerdos cargados de negatividad los que, al relacionarlos con los síntomas físicos de lucha o huida, cargan esa respuesta con una gran cantidad de temor.
El estrés por sí mismo ayuda al cuerpo humano a responder ante los desafíos. Por eso mantiene el sistema circulatorio relajado y elástico. En cambio, la tensión emocional comprime al sistema circulatorio, deteriorando tu consumo de oxígeno.
Al comienzo de este artículo dije que cada vez que sentimos incertidumbre, miedo o peligro nuestros cuerpos ponen en marcha el sistema de lucha o huida. Y esto sucede cuando el peligro es real o imaginario.
Sí, leíste bien. Cada vez que piensas en un hecho que te haya perturbado emocionalmente en el pasado, tu cuerpo comienza a echar a andar todo este sistema de defensa. Aunque nada te esté sucediendo en este momento.
El problema estriba en que, la mayoría de las personas, viven en constante tensión emocional. Y el cuerpo humano no está diseñado para soportar el peso de tremenda carga.
La tensión emocional (que ya vimos que no es lo mismo que estrés) consume grandes cantidades de energía mientras que inunda al cuerpo con una variedad nociva de elementos al tiempo que eleva los niveles de colesterol, cortisol e insulina. Por esa razón es importante saber relajarse.
Fernando Atmamurti
Soy Coach personal, meditador y escritor. Me gusta la buena compañía y caminar descalzo en el bosque.
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De estudios: negocios internacionales, marketing internacional y recientemente contenidos digitales. Políglota, urbana, museofílica y gourmet. Soy fan del mundo, las culturas y las tendencias. Diseño y asesoro en viajes, mis especialidades: Perú, Francia y Europa.